Esta casa propone una reinterpretación de los elementos tradicionales de un chalet. El clásico techo a dos aguas y la ventana son reorganizados de manera novedosa. Los recursos de doble altura, el tratamiento de luz cenital y el ritmo de aperturas se articulan logrando una reconfiguración morfológica de los dispositivos espaciales tradicionales que permite una reinterpretación y apropiación particular por parte de cada usuario.

Dos cubiertas continuas envuelven los dos volúmenes principales logrando, al mismo tiempo, homogeneidad y complejidad. Las posibilidades formales que surgen de este sistema compositivo son explotadas para armar espacialidades que otorgan  sentido a la casa. Las envolventes funcionan como un contenedor de lo que sucede dentro de la casa y también como un gran sistema de aislación térmica. Los muros laterales son dobles, de mampostería y aislación térmica, mientras que las ventanas son de PVC y DVH. Además, la casa cuenta con un sistema de calentamiento de agua con energía solar que ayuda a reducir el consumo de gas natural.